miércoles, 1 de octubre de 2008

Demasiado azúcar en los cereales de los niños

  • La OMS quiere crear un código de comercialización internacional de productos para niños


ELMUNDO.ES


MADRID.- Uno de los productos más consumidos por los niños son los cereales. Los regalos y juegos que ofrecen en los envases, las formas de dibujos animados que presentan y los apetecibles sabores, como el del chocolate, ayudan a que sean el desayuno preferido para muchos. Pero ¿son tan saludables como los pinta la publicidad? Un nuevo informe de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), señala que estos productos contienen más cantidad de azúcar de la recomendada.
La OCU ha analizado 10 productos internacionales (de Kellogg's y Nestlé) -para poder hacer la comparación entre países- y 11 cereales con mucha presencia en el mercado español (Weetabix, Pascual y nueve marcas blancas o de distribución). Y han encontrado que todos ellos
sobrepasan los límites de azúcar recomendables. "El azúcar sobra por todos lados. Todos los productos superan con creces la barrera del 12,5%, el límite aceptable, y la mayoría pasa del 30%", señalan desde la Organización. También sobran otros añadidos como la miel o el chocolate.
Los Smacks, los Frosties, los chocos y los Choco Krispies Coco Rocks de Kellogg's y los Chocapic, los Cheerios, las Estrellitas y los Nesquik de Nestlé son los que más azúcar contienen de las marcas que sirvieron para la comparación internacional.
En Europa, la media de azúcar que presentan los cereales es del 32,9%, por debajo de lo que contienen en EEUU (37,1%), América del Sur (37,8%), Asia y Oceanía (ambas con el 35%) y por encima de África, en donde este ingrediente no supera el 27,3%.


Pero si con el azúcar los cereales pecan de exceso, con la fibra ocurre lo contrario y se quedan cortos. Según el análisis, la fibra es escasa en la mayoría de los productos, principalmente "porque se elaboran con harinas refinadas, lo que hace que se pierda la fibra que contiene la cáscara del cereal". Los productos que peor nota sacan por su contenido en fibra son: Kellogg's Rice Krispies, Kellogg's Frosties y Pascual Ñampa Zampa.
Sin embargo, no todo es negativo. El estudio también revela que los niveles de sal y grasas no son excesivos en casi ningún producto y, aquel que presenta más sal es porque contiene menos azúcar. "La forma de complacer al consumidor de este tipo de alimentos es a través del sabor y eso se logra con la sal o el azúcar", explica la OCU. Los resultados del análisis han sido enviados a la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición y al Instituto Nacional de Consumo.

Anuncios a diario
En cuanto a la información nutricional que facilitan las diferentes marcas, el informe concluye que el listado de ingredientes es correcto. El principal problema es que las informaciones sobre nutrientes por ración y día, aunque están presentes, se refieren a raciones de adultos y no de niños.
Además de los productos ya nombrados, las otras marcas analizadas han sido: Little Man Choco Moons y Bellona choco Rice de Lidl; Weetabix Weetos chocolate; El Corte Inglés Maxi Kids; Arroz Inflado y bolas de maíz de Carrefour; Choco Bills y Bagies de Eroski; Chops Choc y Choky Choc de Dia.
Junto a los regalos que ofrecen los envases, la publicidad es el otro recurso para captar consumidores. Durante una semana (del 7 al 13 de abril), la OCU contabilizó 168 anuncios de cereales para niños en las seis principales cadenas de ámbito nacional. La hora más cargada de este tipo de anuncios es de 9 a 10 de la mañana y son los fines de semana cuando las marcas prefieren aparecer.


La generación de la comida basura
La obesidad infantil es un problema en aumento en casi todo el mundo y que cada vez afecta a niños más pequeños. Para ponerle freno, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha puesto en marcha un estudio internacional para analizar todos los aspectos relacionados con los alimentos que se dirigen a los niños, desde el marketing hasta los ingredientes.
El análisis de la OCU, como miembro de Consumers International, junto a otras 220 organizaciones de consumidores, forma parte de esta iniciativa de la OMS, cuyo objetivo final es crear un código de comercialización internacional de alimentos para niños para que cada Gobierno lo aplique a través de su legislación.
La OMS, a través de su campaña 'Junk Food Generation' (Generación de la comida basura), pide: prohibir la emisión de anuncios de alimentos poco saludables entre las 6 de la mañana y las 21 horas en radio y televisión, no promocionar estos alimentos mediante los nuevos medios de comunicación, no incluir regalos ni permitir el uso de personajes famosos.

El jugo de mandarina disminuye el riesgo cardiovascular en niños

Científicos españoles publican los resultados de su estudio con niños hipercolesterolémicos en el "Journal of Pediatric Gastroenterology and Nutrition"


La ingestión regular de zumo de mandarina mejora el estado antioxidante de los consumidores y puede disminuir el riesgo cardiovascular. Así lo explica un nuevo estudio, enfocado en población infantil con hipercolesterolemia.

"Puesto que ya disponíamos de los datos del poder antioxidante de los zumos cítricos, iniciamos el estudio para evaluar el zumo de mandarina, ya que por su sabor es muy bien aceptado por la población infantil", explica la Dra. Pilar Codoñer, del Departamento de Pediatría, Obstetricia y Ginecología de la Universidad de Valencia, e investigadora principal de este estudio.

El objetivo fue examinar los efectos del consumo regular de este zumo en el estado antioxidante de niños con hipercolesterolemia. Para ello, se midieron los niveles en plasma de biomarcadores derivados de la oxidación de lípidos y proteínas, el perfil lipídico y el contenido de vitamina C y E en una muestra de 48 niños de entre 8 y 12 años.

"Escogimos una población de niños con hipercolesterolemia puesto que esta alteración va ligada a un riesgo cardiovascular en el que está implicado el estrés oxidativo y, por lo tanto, la modificación de sus parámetros sería beneficiosa a largo plazo", indica la Dra. Codoñer.

Durante cuatro semanas, se administró al grupo infantil un suplemento diario de zumo de mandarina de 500 ml (en dos tomas de 250 ml), sin modificar su dieta habitual. Al final de la investigación, los niveles de estrés oxidativo en sangre habían disminuido significativamente.



Zumos naturales frente a industriales

Los investigadores demostraron el aumento de la defensa antioxidante tras el suplemento dietético de zumo de mandarina, "lo que puede repercutir en una disminución del riesgo cardiovascular", señala la científica.
Tras analizar la sangre de los pacientes, se comprobó que el peso de los niños no se había modificado durante el experimento. Estos resultados son opuestos a los obtenidos en investigaciones que sugieren que los zumos de frutas favorecen la obesidad en niñas y niños. A este respecto, la Dra. Codoñer destaca que "el producto usado en el estudio era zumo natural de fruta, sin edulcorantes ni conservantes, y que por lo tanto no tiene nada que ver con otros zumos industriales".




Referencias bibliograficas
Journal of Pediatric Gastroenterology & Nutrition 2008;47(3):349-355